Parroquia Nuestra Señora de Fátima celebra su primer campamento de verano con respaldo de entidades públicas y privadas

“Las huellas de Dios en el verano” fue el lema que acompañó esta inolvidable experiencia para niños y adolescentes de la comunidad

SANTO DOMINGO.– Con el apoyo de instituciones públicas, empresas privadas, regidores municipales y la feligresía, la Parroquia Nuestra Señora de Fátima celebró con gran éxito su primer campamento de verano 2025, bajo el lema “Las huellas de Dios en el verano”.

El campamento fue liderado por el Reverendo Padre Aníbal Polanco Arias, quien junto a un comprometido equipo de colaboradores, organizó cinco días de actividades formativas, recreativas y espirituales dirigidas a niños y adolescentes de la comunidad.

El desarrollo de esta primera edición fue posible gracias al respaldo solidario de los Comedores Económicos, que donaron los almuerzos durante los cinco días de la jornada.

Asimismo, el Grupo Ramos, a través de su división Sirena, aportó materiales esenciales para las dinámicas, mientras que Industrias San Miguel del Caribe, con su marca Kola Real, distribuyó bebidas para los participantes.

También se sumaron al apoyo los regidores del municipio Ángel Medina, Miguel Lazala y Samuel Ramírez, quienes colaboraron activamente en la iniciativa. De igual manera, se destaca el valioso respaldo de la feligresía de la parroquia, que se unió con entusiasmo y generosidad.

El último día, el campamento contó con la participación del Cuerpo de Bomberos de Los Alcarrizos, quienes ofrecieron una charla educativa sobre prevención y seguridad, y además brindaron a los niños una refrescante experiencia con agua, que se convirtió en uno de los momentos más divertidos de la jornada.

El campamento se destacó por promover valores cristianos, el trabajo en equipo, la creatividad y la vivencia de la fe en un ambiente de alegría, amistad y crecimiento personal.

Desde la Parroquia Nuestra Señora de Fátima se agradece profundamente a todos los patrocinadores, voluntarios y familias que hicieron posible esta experiencia inolvidable, con la esperanza de seguir sembrando semillas de fe y comunidad en las nuevas generaciones.