¿Por que Cholitín retiró el proyecto sobre discurso de odio?
- Yuberkis Guante
- 12 may
- 2 Min. de lectura
El senador admite que su propuesta generó división y asegura que escuchará a la sociedad antes de seguir adelante.

Santo Domingo.- El senador por La Altagracia, Rafael Duluc (Cholitín), anunció este lunes el retiro del proyecto de ley sobre el discurso de odio, luego de las múltiples críticas que recibió desde diversos sectores sociales y profesionales del país.
El legislador había depositado la propuesta el pasado 2 de mayo con la intención, según expresó, de combatir el aumento del odio disfrazado de libertad de expresión, la violencia verbal y los ataques anónimos en redes sociales. “Nuestro propósito siempre fue proteger la dignidad humana y promover el respeto entre dominicanos”, afirmó.
La pieza definía el discurso de odio como cualquier expresión, ya sea oral, escrita, gráfica, audiovisual o digital, que incite a la hostilidad, discriminación o violencia contra personas o grupos, basándose en aspectos como raza, orientación sexual, identidad de género, nacionalidad, religión, discapacidad, entre otros.
Sanciones contempladas en la propuesta
El proyecto proponía:
Prisión de uno a tres años y multas de 10 a 50 salarios mínimos del sector público para quienes incurran en discursos de odio.
De seis meses a dos años de prisión y multas de hasta 30 salarios mínimos para quienes nieguen, minimicen o justifiquen públicamente crímenes de odio, genocidios o crímenes de lesa humanidad.
Restricciones en redes sociales: Si el discurso se difunde por medios digitales o electrónicos, el juez podía imponer la prohibición de uso de estas plataformas por hasta tres años.
Agravantes: Si el hecho era cometido por funcionarios, docentes, líderes religiosos o en entornos educativos, sanitarios o religiosos, se contemplaban penas más severas.
Motivos del retiro
Cholitín explicó que, aunque la propuesta nació de una preocupación legítima, no encontró el consenso necesario y terminó generando divisiones. “Cuando un proyecto no encuentra consenso amplio y genera divisiones, lo sensato es hacer una pausa. Como representante del pueblo, tengo la obligación de escuchar, reflexionar y rectificar si es necesario”, expresó.
Aseguró que su accionar no responde a conveniencias políticas, sino a convicciones, e hizo un llamado a la sociedad civil, juristas, periodistas y académicos a continuar reflexionando sobre cómo construir un marco legal que defienda tanto la libertad como la dignidad.
“Seguiremos trabajando por un país más justo, más libre y más respetuoso”, concluyó
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